Ahora sí, ahora de verdad voy a comentar lo de Ana G. Obregón. Dentro de un orden solo porque creo que ya está casi todo dicho.
Hay personas a favor, en contra y medio pensionistas. Personalmente entiendo que cada individuo e incluso cada individua lleva el luto y el disgusto como puede. A la señora Garcia que fue señora de Lecquio se le ha muerto su hijo que era un chaval y además de enfermedad fea y terrible. Aunque no sé si hay enfermedad bonita cuando se lleva por delante a un chico de 27 años.
Que estaba hecha polvo nos lo ha contado ella misma en las revistas, la tele y a pie de avión en aeropuertos varios. Respecto a los remedios creo que lo primero y mas útil sería que cambiara de psicoterapeuta a ver si alguien nuevo la ayuda a ponerse en forma. Sin necesidad de más espectáculo y los que vendrán.
Lo del show me parece mal por la pequeñina. Que no tiene culpa alguna a no ser que volvamos a la teoría del pecado original, tan apropiada en estas fechas de Semana Santa..
Y dicho esto, me pregunto y no acabo de responderme, por qué´ no nos damos cuenta que gran parte de lo que se comenta y la razón de que se comente es de un machismo sobresaliente. Rima y pareado.
¿Qué ella ya no está en edad de merecer? Vale.¿Que la gestación subrogada es una forma de explotación de la mujer? Vale también. jSu amigo y compañero de clase en el Liceo Francés, Miguel Bosé tuvo los suyos a los 55, que tampoco es edad de mocear. Y nadie dijo nada. De sus tonterías antivacunas sí, del método de gestacion y la edad no. Andrés Segovia tuvo su ultimo hijo (ya tenía varios) a los 77 años, lo presentó orgulloso a la Prensa y lo dejó huerfanito a los 17 años. Julio Iglesias que va acumplir 80 años tiene un hijo de doce y su papá Papuchi no sé exactamente que edad tenía cuando le dió el último hermanito a Julio pero calculo, así a ojo, que alrededor de unos mil. De dineros no hablamos.
No me gusta lo que ha hecho Anita pero menos todavía que a ella se la quieran comer viva y a estos señores y otros muchos más padres en tercera, cuarta o quinta edad, les rían la gracia.