¡UUUUUUUFFFFFFFF

Chicas e incluso chicos, qué malita he estado. Y estoy. Pero ahora ya sin exageraciones (espero). Suponiendo sea cierto aquello de que a partir de los cuarenta si, cuando te levantas, no te duele nada es que estás muerto… pues yo debo tener siete vidas como los gatos. Otra cosa es la calidad de las mencionadas vidas.
Tras casi dos semanas en plan Ikea, de la cama al sofá y del sofá a la cama, me propongo volver a la vida que me gusta: la vida activa. Hoy mismo. Bueno, mañana mismo. Pero por la tarde. Todavía no me da el cuerpo para coartada cultural matinal en forma de exposición de los jardines impresionistas que se me queda de asignatura pendiente. El arte pinturero tiene eso, que hay que pateárselo mucho. Por eso me gusta a mí tanto el séptimo arte que se aprecia bien sentada en un sillón, como una señora. Y el teatro, por la misma razón.
Desde mañana (por la tarde) vuelvo al blog este que se está convirtiendo en monotemático: la salud ante todo. Claro que, teniendo en cuenta, como se me da últimamente lo del dinero y el amor… por lo menos sobre la (falta de) salud tengo mucha materia sobre la que escribir.
Y, por cierto, un beso agradecido a todas, e incluso todos, las (los) que se han interesado por mi desaparición del mundanal ruido y los saraos varios. Y falta gorda a las, e incluso los, que ni se han dado cuenta de mi ausencia. Una estará pocha pero tiene su corazoncito.

Leave a Reply