Así que me voy subidita en lo alto del camión grúa a ver el mundo y aprender un nuevo camino, esta vez autopista, para llegar a los brazos de Fernando el del taller. Que me echa en los brazos de Francisco que, a su vez, me echa en los brazos de Roberto. Esto del taller cada vez se parece más a la prostitución porque va una de caballero en caballero y nadie se quiere quedar con una. Bueno, se parece a la prostitución pero pagando. Triste oficio este mío de cliente del taller de coches.
El gruero en cambio, me ha contado todo lo referente a su profesión en diversas facetas (grúa preparada para la nieve y el barro, grúa de secano etc) y modalidades (gruero autónomo o asalariado de gruero con licencia). Todo lo cual me ha parecido fascinante y considero seriamente como posibilidad de empleo. Dado que los hombres del taller se han puesto de acuerdo para
1) arruinarme mediante el cobro en su caso y pago en el mío de la maza, el collarín y el disco, que todo eso lleva el embrague, como si fuera un caballero medieval bajito (sólo le falta la lanza) escondido en las tripas de mi pobrecito utilitario.
2) arruinarme más mediante el cobro etc y el pago etc de las pastillas de freno, con sermón añadido porque al parecer, al primer rraaaajjj hay que acudir a ellos, los caballeros del taller, y no dejar que suene raaaaajjjjj raaaaajjjj varias veces ya que entonces el problema podría alcanzar a los discos de freno lo que sería suicida de dos maneras: Por la galleta que puedes meterte al quedarte sin frenos y por el precio de los mencionados discos de freno.
3) arruinarme más aún si cabe mediante el cobro etc y el pago etc del alquiler diario del coche de sustitución, antes llamado coche de cortesía (desconozco si de manera eufemística) y ahora coche de sustitución, ya digo. Y además de decirlo afirmo que siempre pero siempre que lleves tu coche a arreglar y alquiles un coche de sustitución tienes el 99’99 % de probabilidades de que tu coche propio tenga que dormir un largo fin de semana en el taller, sin que nadie le toque los chiribitos ni nada, simplemente esperando una pieza de recambio que, como todo el mundo sabe, sólo llega los lunes. A fin de que se realice el cobro etc y el pago etc de dos días màs de coche de sustitución.
En fin, que estoy estudiando las posibilidades de meterme a gruera, probo oficio donde los haya y en el que además no importa que me pierda por los caminos y tarde media hora más: siempre habrá una persona desesperadita esperándome como a agua de mayo. Un trabajo para sacarme un sobresueldo y sentirme deseada. Uau, planazo.