Me dice una amiga que mañana tiene merluza para comer. Me pregunto de donde la habrá sacado. A lo mejor, como es de autonomía marinera se ha lanzado al agua el fin de semana y se ha traido la merluza bajo el brazo y nadando. Porque desde luego en el súper y en la pescadería de al lado de casa no hay merluza. Corvina y lubina, sí. Bacalao fresco (que no me gusta nada) también. Boquerones y minibesugos y rodaballo de estero y rape y salmón… pero merluza no.
_Oiga, ¿merluza no tiene?
Hasta acento vasco pongo para que vean que puedo distinguir entre calamares y sardinas. Que la merluza está en paro biológico, me responden. Esto del paro biológico y merlucero no sé lo que es pero suena estupendamente. Así que dejo pasar unos días para que la merluza en paro se entretenga con sus cosas. Y vuelvo a preguntar.
Que no hace días y que no sabe el porqué. Que mañana tendrán en el bandejero, ya en filetes y bien limpia. El bandejero, me ilustra por el mismo precio, es ese armario frio y gris, metálico, donde hay bandejas de ¿porespan? (eso blanco que se pueden sacar bolitas y no pesa) con filetes de diferentes especies marinas comestibles.
No me atrevo a preguntar por qué hay merluza fresquísima en filetes y bandejero y no hay merluza entera para hacerla al horno con sus patatitas. Hay misterios insondables en los que es mejor no entrar. Y además, la lubina está buenísima.
Archive for noviembre, 2021
¿Y LA MERLUZA?
jueves, noviembre 18th, 2021COMO ANTES
sábado, noviembre 6th, 2021Se me despistó la entrada anterior y quedó durante una semana en estado de Borrador. Debe ser porque alguna neurona se me escapó cuando el ataque del Cartel Asesino.
Lo de hoy no ha sido tan entretenido pero sí más satisfactorio. He ido al teatro con mi grupo de actividades cultureta. Reencuentro con los compañeros virtuales después de todos los confinamientos, pandemias y demás. Con mascarilla, vale, pero podíamos tocarnos (poco) y abrazarnos (mucho) sobre abrigos y las primeras bufandas, El profe-presi, Victor, ha preparado una conferencia mini sobre la filósofa Hanna Arendt para orientarnos un poco. Y allá nos hemos ido al teatro todos en comandita.
Menuda sorpresa. La obra es un auténtico lifting. Me he quitado un montón de años de encima y he vuelto de golpe a la época más progre de la universidad: actores made in Sudamérica y vestidos de negro, escenografía casi inexistente, temática ya he dicho filosófica, sobre la filósofa Hanna Arendt. Sólo faltaban los gritos anti Pinochet o similares y el vino tinto de garrafón (mucho más presente entonces que la nórdica cerveza).
Ganas tuve al salir de cantar algo de los Inti-Illimani pero tenía frío en los pies. Un frío que me subía desde el suelo de granito debido, supongo, a que no llevaba los indispensables botos de la época. O será que estoy mayor, lifting aparte.
ESTA FAMILIA
sábado, noviembre 6th, 2021He tenido una aventura (pequeña) con el pico de un cartel colocado evidentemente demasiado bajo y en mitad de la acera. Corro (es un decir) a contárselo al móvil de mi hija que me advierte con voz muy seria (el móvil, no mi hija) que en ese momento está trabajando y no puede hablar (mi hija, no el móvil). Así que dejo un mensaje. Este:
_Hola mi niña bonita, que me ha atacado un cartel en la calle y me ha hecho un agujero en el cráneo con sangre y todo.
Y ella me contesta también con mensaje:
_Hala, mami… yo igual anoche en la cocina, con el pico de un armario alto. y horroroso y horrible. Luego te llamo.
Y, digo yo, vamos, no lo digo pero lo pienso esforzadamente:
_Pero…¿Qué le pasa a esta familia?