Archive for noviembre, 2010

MICHAEL JACKSON

martes, noviembre 30th, 2010

Voy a un sarao que, por la cantidad y calidad de la comida, parece un festejo de la Asociación por un Engorde Feliz o algo así. El motivo es el cumpleaños de mis ahijadas gemelas, que cumplen una cantidad de años imposible. Sobre todo teniendo en cuenta que soy su madrina y si ellas se han puesto tan mayores… bueno, pienso que al fin y al cabo las llevé a la pila con sólo quince años y me quedo tan pancha.
Luego parientes diversos empiezan a hacerme comentarios sobre lo guapa que estaba yo de madrina quinceañera. Lo agradezco finísimamente. Aunque me extraña porque algunos de los comentantes no habían nacido en esa época. Sólo entonces caigo en la cuenta de que en la pared y por encima de las fuentes de croquetas, jamón o lomo, han colocado unas fotografías ampliadas. Ampliadísimas. En una de ellas aparezco hecha una cría, de madrina con bebé en brazos. Y preciosa, claro. Resulta que lo de “¡el quince, la niña bonita!” no es únicamente jerga del bingo, es que no hay quinceañera fea.
Entonces llega una prima mía que es muy muy mala y dice:
_¡Ahí va! Si eres como Michael Jackson…
Lo intento porque soy de mente amplia y espíritu abierto pero no acabo de ver el parecido. Aparte de que canto fatal y bailo peor
_Siííí, _explica la pérfida_ mira la foto, eras mucho más morena que ahora y tenías los labios más gorditos
_Claro, _interviene otra de mis primas que es muy muy peor_ es porque a los quince años estás toda hormonada para atraer al sexo contrario y tienes los labios supersensuales, tú eras muy sexy.
Yo creía que cuando andábamos todas hormonadas era precisamente ahora pero tal como se está poniendo la conversación, prefiero no añadir nada.
_Lo raro es que sí que parece como si te hubieras desteñido, antes eras más morenita y exótica, tenías mejor color, más sexy, vamos, ahora estás clarita y corriente, igualita a lo que se hizo Michael Jackson _se ponen de acuerdo mi prima muy muy mala y mi prima muy muy peor. Y yo pillo un pincho de tortilla de patata (sí, el Eje del Mal, lo confieso) y huyo. Si siguen haciendo comentarios sobre cualquier tiempo pasado que fue mejor, se me va a cortar la (in)digestión.

ALGUNOS HOMBRES EXTRAMALOS

martes, noviembre 30th, 2010

Como Fernando el del taller, ése mismo. Resulta que voy esta mañana rauda y veloz al mencionado taller para recoger mi pobrecito utilitario. Y nada más aparcarlo me llaman al móvil
_¿Sí? _digo para empezar, porque en general soy positiva
_¿Alicia? _pregunta la voz que es voz de hombre
_Sí _digo porque sigo siendo positiva (todavía)
_Soy Fernando _dice la voz_ ¿dónde estás?
_Aquí, en el taller _digo ya un poquito menos positiva porque me temo Lo Peor
_Anda, pues te estaba llamando para decirte que no te vinieras todavía que me ha dicho el compañero que no estará tu coche hasta la tarde _dice Fernando, confirmando mis temores de Lo Peor_
Luego sale de su cueva para saludarme, dice. O para regodearse en el mal ajeno, pienso yo. La cuestión es que me vuelvo (otros ¾ de hora porque nieva y el tráfico está de aquella manera) con el coche de alquiler y sin mi pobrecito utilitario.
Pienso en mi amiga M.U que el otro día me contó lo que durante años ha sido su sistema infalible: Hay que buscar al mecánico del mono con más manchurrones de grasa porque ése es el que más curra (a veces el único que curra). Una vez localizado, se acerca una al mecánico en cuestión y le dice “¿qué tengo que hacer? soy toda tuya”. Explica M.U. que esta operación adelanta la entrega del coche en al menos un par de días. Al final va a resultar que la culpa es mía, pienso.
En fin, de momento voy a crear una lista de HOMBRES EXTRAMALOS y darle el primer puesto a Fernando, el del taller. Y mañana… mañana será otro día, como dice Escarlata O’Hara.

ALGUNOS HOMBRES BUENOS

viernes, noviembre 26th, 2010

Poquísimos me van a salir, la verdad, pero lo prometido es deuda.
A ver
*El Artista Pintor que, hace un par de semanas (¡cómo pasa el tiempo!) me regaló un precioso óleo con paisaje sobre el que todo el mundo opina. De momento, todo el mundo opina bien (aunque me da igual porque con que me guste a mí…). Pero me vuelven loca eligiendo el lugar donde colgarlo: Unos que en la pared blanca, otros que en la pared azul de día morada de noche (lo que cambia este color con la luz), a mí me parece que al fondo, junto al ventanal, queda fantástico. Y también da que hablar dónde se supone que está ese paisaje en la vida real. Pienso que un paisaje con los árboles color fuego como si fueran a prender el otoño y montañas azules detrás, es Castilla pura. Pero hay quien lo coloca en la Rioja e incluso más al norte. Lo seguro es que este cuadro, aparte de su belleza, me está haciendo mucha compañía.

*El Experto en Comunicación que imparte el Curso de Comunicación Externa para ONGs que estoy haciendo estos días. Porque lo que comunica me tiene interesada y logra que no me desnuque ni me deje los piños sobre la mesa de un cabezazo. A pesar del sueño terrible y desmesurado que me invade al principio, debido a que el mencionado curso empieza a la hora de la siesta (es que no respetan nada). El Experto en Comunicación ejerce de argentino con suavísimo acento y de despertador con alarma a base de sentido del humor. Y ambas cosas resultan muy agradables.

*La Bestia. Sííí, sorpresa. No sé si él se ha apiadado de mí o si ando inmersa en el Síndrome de Estocolmo. La cuestión es que últimamente, pasa mucho de las recomendaciones del dr. Mengele y sólo me hace lo de los calambres eléctricos en pequeñas dosis. Bueno, y unos estiramientos que me van a dejar una pierna más larga que la otra pero se nota que lo hace sin mala intención.

Poquísimos Hombres Buenos, os lo dije. Porque Fernando El del Taller tiene que hacer todavía muchos méritos para lograr que le cambie de lista, uuuuy lo que le queda todavía…

EL EJE DEL MAL

domingo, noviembre 21st, 2010

Vengo de un festejo donde aprendo una auténtica perla de sabiduría. La perla es de una amiga de una amiga mía y es de las cosas más razonables que he escuchado últimamente.
Esta amiga de amiga afirma que para cualquier persona a régimen, la tortilla de patatas es el equivalente al Eje del Mal. Y no sólo para las que se ponen a dieta adelgazante que después de las Navidades somos todas. Bueno, casi todas. Sino para los que tienen que seguir una dieta para controlar la diabetes, por ejemplo. O para bajar el colesterol malo malísimo.
La tortilla de patatas lleva aceite rebosando calorías, hidratos de carbono en forma de patatas y cebolla (la tortilla de patatas sin cebolla es como la lluvia sin paraguas: un desastre), bien de huevo para que el colesterol se dispare y una pizca de sal para retener líquidos. Coincido con la sabia amiga de mi amiga: la tortilla de patatas es el Eje del Mal. Ahora que… está riquísima. Por lo menos las que hace mi cuñado.

ALGUNOS HOMBRES MALOS

viernes, noviembre 19th, 2010

Cualquier día nombro presidenta de mi club de fans a María Emilia, a la que no conozco personalmente, pero que me envía comentarios al blog (no como otros que se empeñan en mailearme a mi correo) y me sigue desde los tiempos de la revista AR. Que hace muchos méritos, vamos.

Bueno, pues  María Emilia me sugiere el otro día que no hay tantos hombres malos en mi vida como yo creo y que piense en los muchos hombres buenos que me rodean. O algo así.

Se equivoca. Dejo los buenos para mañana pero aquí va un listado breve _sólo mencionando a los de los últimos quince días_ de Hombres Malos:

_El Tipo de la Caldera que me sometió a congelación y crioterapia sin haberlo yo pedido ni avisado él de sus intenciones

_El Señor del Cacharrazo que me atizó y propiamente descacharró mi pobrecito utilitario

_La Bestia (al principio, que luego se ha moderado mucho)

_Fernando, El del Taller, que todos los días me dice “de verdad, de verdad, que hoy te consigo otro coche”, refiriéndose al que le alquilaré a nada módico precio en cuanto me lo consiga (ya desconfío un montón) para sustituir a mi pobrecito utilitario mientras lo ponen en condiciones.

_el médico rehabilitador al que, desde ahora, llamaré dr. Mengele, para conservar su anonimato y porque, de verdad, se parece mentalmente un montón al dr. Mengele. Quiero decir que le va la tortura, en este caso de mi trasero y piernas gentiles, con fines de investigación (supongo)

_El amigo que me recomendó leer a don Vikram en su libro-tocho inmenso y hacerlo en pleno otoño caminito del invierno. Sin advertirme de que es una novela eminentemente vacacional e incluso playera.

EL CURRY NO ES BUENO PARA LA SALUD

sábado, noviembre 13th, 2010

Empiezo a temerme que el libro Juegos Sagrados no es bueno para la salud. Para la mía, al menos, ya bastante deteriorada sin policías sikhs ni gàngsters qeu hablen en hindi.

No lo he pesado pero, a pesar de la edición de bolsillo y sus tapas blandurrias, así, para llevar en el bolso (lo de versión bolsillo es eufemismo), un plomo. Y para leerlo donde La Bestia, de medio lado en la camilla y sujetándolo a mano, dos plomos. Y un peligro para las cervicales, también.

_¡Vaya, hoy no te has traído el novelón! _me dice

¡Menos mal porque te veía retorcidísima cuando las corrientes!, _añade. Y yo, con tal de no hacer el esfuerzo de hablar, le dejo añadir.

Las corrientes son una electrocución pequeñita y por partes que, combinadas con la freidora de infrarrojos, se traen un tufillo como de corredor de la muerte y silla eléctrica, un tanto depresivo. Por eso aprovecho ese rato para leer y echar a volar la imaginación y tal.

Sólo que hoy he cambiado de libro, por razones de salud.

Se lo enseño, señalando el título, a ver si pilla el mensaje.

“La inutilidad del sufrimiento” _lee de seguido y todo_ ¡qué interesante!

Y yo aprovecho para tirarme de cabeza a un librito (excelente tamaño) de autoayuda escrito por pisicologa de pro.

Un librito buenísimo para las cervicales y las lumbares. Para el resto, no sé.

CURRY, POR FAVOR

martes, noviembre 9th, 2010

Leo “Juegos Sagrados”, de Vikram Chandra, siguiendo las indicaciones sumamente aviesas de un amigo. Cuando digo “leo” es porque lo estoy leyendo de continuo, en todo momento. Y cuando digo que esas indicaciones eran aviesas me refiero por un lado a su malignidad y por otro a su falta de oportunidad (lamento el pareado).
Porque “Juegos Sagrados” es una de policías y ladrones en la India que, en su versión bolsillo (única que mi bolsillo me permite), mide 1.214 páginas de letra pequeña. Y una vez digerido el primer capítulo y sus sobresaltos, es imposible abandonar, lo que lo convierte en un libro claramente de vacaciones. Al que no es conveniente engancharse en pleno otoño laboral y lleno de hijos. Hijos además a los que hay que llevar a, verbigracia, un campeonato de pádel en Alcalá de Henares. Con una humedad ambiente que deja el pelo entre corte afroamericano y melena zulú.
Volviendo a la India: leer al señor Chandra ha despertado mi nunca dormida del todo pasión por los currys (lo siento, Almudena, y felicidades)… hasta agotar existencias. O casi. El último, de pollo, apenas pude probarlo porque mi hija decidió zampárselo de desayuno (se ve que la afición al curry es genética y hereditaria). La sección currys en el armarito de las especies ha tocado fondo. Y sólo voy por la página 622. Acepto donaciones de diferentes currys, excelentes a ser posible.

EL CACHARRAZO

sábado, noviembre 6th, 2010

Voy tan contenta en mi coche por la calle más gorda y principal de mi pueblo, rumbo al antro aséptico donde La Bestia me hace migas la musculatura. Paso dinámica pero prudente por donde el que a continuación se convertirá en “el señor del Cacharrazo” está desaparcando con furia e incluso con saña (sus motivos tendrá) y… ¡¡Batablamba, crrruaaaajjjjj plonk!!. Que son los ruidos que hacen dos coches cuando se incrustan uno (el suyo) en otro (el mío).
Si hemos de ajustarnos exactamente a la verdad, el mío sólo sonó ¡¡crrrruaaajjjjj!! debido a que tras el ¡¡batablamba!! inicial (que corrió a cargo del vehículo contrario o como se diga en el parte amistoso, que me encanta el eufemismo) el coche del “señor del Cacharrazo” se adhirió al lateral izquierdo del que ostento en propiedad y se marcó una rascada regia. Pero regia. Que me van a tener que cambiar la puerta porque está como si la hubieran peinado con un trillo. El ¡plonk! final también fue cosa del otro coche: resulta que es el sonido que emite un coche perjudicadísimo cuando exhala al unísono los faros delanteros y un intermitente.
Porque yo tengo para cuatro días de taller (o así, más no, por favor, por favor) pero el vehículo contrario está como decía Steve Buscemi con media cara sangrante en Fargo: “pues no veas cómo ha quedado el otro”.

LA CALDERA

miércoles, noviembre 3rd, 2010

Nuestro lema familiar es “come y haz pis siempre que puedas porque nunca sabes cuándo tendrás oportunidad de volverlo a hacer”. Es un lema útil en cualquier circunstancia y particularmente durante los viajes. Mi hija Julia le acaba de añadir “y lávate el pelo” y es cierto que en cuanto las circunstancias se espesan un poco, le pilla a una la reunión de trabajo o el encuentro con un antiguo novio con la melena opaca y carente de glamour.
¡Qué bálsamo para el espíritu pensar que nuestros pequeñuelos crecen no sólo en belleza y musculatura sino en sabiduría práctica! Lo pienso, tan contenta con mi niña, mientras maldigo cuidadosamente al Tipo de la Caldera.
El mencionado Tipo de la Caldera ha visitado esta última con la excusa de la revisión anual. Y ha debido pensar que el confort moderno es una acumulación de excesos y la Caldera una esclava extenuada. O algo similar. Porque ha optado, sin pedirme opinión ni darme el parte siquiera, por dejar la calefacción chuflando comme-il-faut y el agua caliente en absoluto. No sé si me seguís. ¿Me merezco yo tener que bajar un piso y cruzar un patio envuelta en toalla y agua helada y criando estalactitas en la melena para ponerme de acuerdo con la Caldera?. Mi vida está llena de hombres malos.

PREGUNTAS Y RESPUESTAS

martes, noviembre 2nd, 2010

Cuando una pone sus cuartos traseros, bueno, un solo cuarto trasero pero de verdad que es suficiente, en manos de un señor que no es amante ni pariente cercano ni nada, sufre cierta pérdida de dignidad. Y ni siquiera cabe el consuelo de recordar aquello de todo se ha perdido menos el honor. Si además el señor en cuestión se empeña en taladrar a mano el mencionado cuarto trasero, pues no sé lo que les ocurrirá a otras personas pero a mí, lo confieso, se me pone un humor regulín. Y desde luego, no estoy para preguntas raritas.
_¿Irradia? _ pregunta La Bestia
_¿Irradiar? ¿Pero qué se ha creído este señor que son mis ancas? ¿la central nuclear de Trillo? ¿el monte Tabor? ¿El Arbol de Avatar? _me pregunto yo. Aunque claro, no se lo digo, entre otras razones porque me falta el resuello.
_¿Irradiar? No comprendo_ digo cuando logro reunir fuerzas. Más para que La Bestia comprenda que no comprendo que por afán de conversación.
_Sí, mujer (“¿sí, mujer?” pero qué confianzas son esas?), que si cuando aprieto aquí (¡ay!) notas que el dolor (¡ay, ay, aaay!) se irradia por la pierna _responde él_
_Sí_ contesto, que más escueto y claro imposible.
Bueno, pues todavía quiere precisar si hasta la rodilla o hasta el tobillo o hasta dónde. Y ahí no me da la gana de contarle nada más. Porque si yo pudiera articular “hasta los deditos del pie” que sería la respuesta correcta, también podría tirarme de la camilla al suelo y huir, lo que no es el caso. Paso de contestarle. Que se chinche.