Archive for abril, 2011

EL PROGRESO QUE NOS ARROLLA

martes, abril 26th, 2011

No creais que he dedicado estos días pasados tan sólo a la holganza y la molicie. Entre otras razones porque he convivido intensamente con mi hijo menor a cuyo lado la holganza es difícil y la molicie imposible. De verdad. En realidad he empleado gran parte de la Semana Santa en meditaciones provechosas.
Por ejemplo, dándole vueltas al Progreso Que Nos Arrolla. Ya no pedimos luz y taquígrafos sino leds y teclado. Algunas profesiones se encuentran en vías de extinción y otras son sustituidas. Muy cierto. ¿De qué viven ahora los señores que trabajaban depositando una hoja mustia de lechuga en cada carrito del Híper? Pues se han pasado todos a la posmodernidad y ahora trabajan dejando en cada mencionado carrito un guante plasticoso de los de coger y pesar la fruta. La energía muta y se transforma pero no desaparece. Qué bien.

PERFECTITA PEREZ (Y II)

lunes, abril 25th, 2011

Vale, he tardado algunos días ¿y qué?
Lo que quería contaros es que, una vez instalada dentro de la bata papelera, se me desmontó parte del montaje de Perfectita Pérez, la parte de seguridad en mí misma, sobre todo. La batita, dicho sea de paso, me la pongo como me da la gana. Que es con apertura delantera y con la cintita ridícula sin atar. Si se trata de pudor, me siento mejor así que con el trasero al aire y si se trata de sujetar la bata en torno al cuerpo, prefiero arrebujármela :esa cintita no sirve más que para entretenerse porque no se queda en su sitio jamás. La de la bata del otro día, por cierto, venía atada con un complicadísimo nudo supongo que marinero, sin descartar que sea la marca de un asesino en serie. Bien, cuando acababa de utilizar los dientes para desatar la cintita ridícula que, a su vez, ataba la bata enrollada como un calendario chino, entra una Amable Señorita para advertirme de que “cuando se ponga la bata, nos vamos”. ¿Nos vamos? ¿A dónde nos vamos? ¿Y por qué nos vamos a ir juntas?. Pues nos vamos a dar la vuelta a todo el centro médico, en olor de multitudes, con la asquerosa batita por encima, los tacones puestos y la ropa propia y el bolso al brazo. “Uy, se le ha caído el sujetador”, me dice la Amable Señorita entregándomelo y empujándome dentro de la salita de Densitometrías. Minutos más tarde _muchos_, y tras quitarme la bata y volvérmela a poner, siguiendo instrucciones, la Amable Señorita me extrae de esa sala y me anuncia _”nos vamos”_ un nuevo recorrido entre manadas de pacientes hasta embutirme en la sala de Mamografías. Y justo antes de cerrar la puerta… “Uy, se le ha caído otra vez el suje”, me dice la Amable Señorita que ya está cogiendo confianza (y el sujetador del suelo).
De la sala esta y tras quitarme la bata y volvérmela a poner según costumbre, salgo por mi propio pie y alegre y pimpante debido a que, en contra de lo habitual, no me han dejado las pechugas fritas a base de vuelta y vuelta. La Amable Señorita me guía entonces entre otras señoras con la bata azul y la cara verde (¿qué les habrán hecho a ellas?) hacia la salita de Ecografías donde me insta de nuevo a quitarme la batita de las narices. Ya para entonces me daba todo igual _más o menos_ y reconozco que con el look (salvo zapatos) de Perfectita Pérez al brazo, me resultaba algo difícil mantener la mirada altiva y despreciativa. Por la incongruencia, más que nada. Pero entonces la Amable Señorita tuvo un detalle que me levantó la moral a la altura de los tacones. Y me devolvió la pizca de confianza en mí misma que había perdido con tanto trajín de bata papelera: “Lleva usted un sujetador precioso”, me dijo la Amable Señorita. Lo que, viniendo de una experta como ella, es un piropo importante. Que ella en cambio, tuviera un aire pelín hortera, no tiene ninguna importancia. De verdad.

PERFECTITA PÉREZ

miércoles, abril 13th, 2011

Iba yo esta mañana con mi look de Perfectita Pérez, dispuesta a comerme el mundo. El look de Perfectita Pérez incluye tacón siempre, distintas combinaciones de tonos beige y blanco _que tanto me favorece_ pañuelazo y bolso total. Es la imagen que luzco en los despachos de abogados, el banco cuando voy a pedir y las consultas médicas que atentan a la dignidad, como el dentista o la ginecóloga.
Estoy convencida de que, efectivamente, una imagen vale màs que mil palabras (porque de otra forma no se entendería que les paguen tanto a las modelos y tan poquísimo a los que escribimos). Y mi disfraz de Perfectita Pérez, aunque no demasiado realista (yo soy como más desordenada y con el bolso de distinto color), me permite mostrar al mundo la Alicia que, habitualmente, duerme dentro de mí:
Una mujer HIPERsegura de sí misma e incluso pelín despreciativa. Una dama capaz de sostener la mirada del cocodrilo abogado de la parte contraria y hacerle enmudecer. Una señora que, sin pestañear, cala los tacones en los estribos del potro. O como se llame ese artefacto sobre el que una se tumba a fin de facilitar a la profesión médica la inserción de diversos aparatos humillantes en rincones anatómicos donde siempre hay que pedir permiso para entrar. Uuufff, me he quedado sin aliento escritor. Bueno, pues que sin pestañear y sin perder el señorío, se entiende.

Así que iba yo de triunfadora conjuntadísima y altiva cuando… me ha fracasado la mitad de la estrategia.Tras la primera exploración y petroleado de bajos, he sido enviada al Departamento de Ahí Te Pillo, Ahí Te Mato (ese donde te hacen todas las pruebas habidas y por haber, previa entrega de variados volantes ) y sus diversos Subdepartamentos. En el Ahí Te Pillo, Ahí Te Mato, me han dado una batita azul marino que me sienta como un tiro y me han instado a desvestirme muchísimo y plantarme la batita dichosa.
Estas batas no vale para cubrirse ni responden al pudor ni nada. Estas batas son la señal de que varias personas a las que no conoces de nada te van a someter a diversas sevicias. Estas batas eran siempre azul clarito o blancas y de tela. Ahora no, ahora son como de papel reciclado y tonos oscuros, lo que me hace sospechar, por su oscuridad, que no son de un solo uso y por su aspecto de paquete de regalo japonés, que no son lavables. En fin, cada una e incluso cada uno, que deduzca lo que quiera.
… CONTINUARÁ. Mañana os cuento más.