Archive for the ‘Uncategorized’ Category

VISIÓN NÍTIDA

domingo, febrero 28th, 2021

Ya sabemos que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Pero conozco alguna mujer, yo misma por ejemplo, capaz de quemarse dos veces con el mismo horno y en la misma tarde. Que me dio por hacer comiditas y se me ha quedado la piel del brazo derecho print tigre total.
A pesar de mi tendencia a ver siempre el lado bueno de las cosas pues… me voy a ver la tele nueva para consolarme y amortizarla un poco.
Y ay ay ay canta y no llores… Para ver lo bueno a veces hay que esforzarse. En cambio lo malo salta a la vista.
La No Muy Grande como bien me dijeron ,tiene una visión muy nítida. Pero resulta que esta cualidad no es siempre lo mejor. En diez minutos de pasear por los programas varios he descubierto que Russell Crowe tiene toda la frente llena de granos. Ugh. Y también Cameron Díaz.. Y tremendo, tremendísimo, Robert Redford no sólo padece últimamente de una mala cirugia sino que en plena juventud, belleza y caída de pelo rubísimo sobre la frente, tenía ya tres bultitos bastante asquerosines junto a la boca que parecía tan besable .
No he querido asomarme a Brad Pitt ni a Ben Afflek ni a mi muy favorito George Clooney… Reconozco que Russell Crowe no me gusta fisicamente ni en Gladiator. Peliculón de romanos en minifalda donde lo único que aprendí es a decir Gladiador en inglés. Pero los demás y más que se me ocurren ahora… Uff. Ojalá la No Muy Grande entre pronto en la etapa de vista cansada porque está destruyendo mis grandes mitos de juventud. Y de madurez también.

NO MUY GRANDE

lunes, febrero 22nd, 2021

Me llaman del banco. Que hacen saldo de la multitud de cosas no bancarias que nos ofrecen siempre a plazos y a barullo. Los bancos cada vez se parecen más a un bazar. Esta vez se trata de una tele. Como la mía tiene cierta antigüedad y una manchita en la pantalla, arriba a la derecha, que si hay dos besándose no me deja ver más que a uno, decido aceptar la oferta.
Pregunto cómo es. Samsung me dicen. ¿Y de tamaño? inquiero de nuevo. No es muy grande pero la visión es magífica (de eso hablaremos otro día), me dicen. Bueno, pues vale. Me la mandan a casa previo compromiso por mi parte de pagar una pequeña cuota mensual hasta el Armageddon (más o menos)
Cuando llega el mensajero con la tele comprendo inmediatamente que, en realidad, es una tele con mensajero. La «no muy grande» puesta de pie me llega hasta la nariz. Y de ancho es como yo misma desplegada por los laterales.
Animosa como soy pienso que se debe a estos embalajes modernos que abultan tantísimo y que dentro de la caja estará mi tele nueva de medidas razonables atrapada en un marco de esa especie de corcho blanco cuyo nombre no recuerdo ahora. Y con todos los huecos rellenos de esas bolitas blancas, primas del anterior, que sirven para proteger a la «no muy grande» y desparramarse por el suelo de toda la casa en cuanto retiramos el embalaje. Y digo «retiramos» porque han hecho falta tres personas, bueno, dos y media porque reconozco que yo no he sido de gran ayuda, para extraerla de su caja y subirla a su sitio sobre una mesita antigua que no sé cuánto resistirá.
Eso sí, no ha hecho falta buscarle un nombre. Mi televisión nueva se ha ganado a pulso (de los que la mueven e instalan) su nombre magnifico de reina de la copla. Mi tele de ahora se llama «La No Muy Grande».

ASINTOMÁTICOS

martes, febrero 16th, 2021

Lo comenté el otro día con un amigo que se quejaba un poco de su madre, muy joven y algo peleona. Al parecer, la buena señora se había pasado media vida lamentándose por no tener nietos. Por no tenerlos prontísimo, se entiende. Y ahora que los tiene, suspira porque apenas le queda tiempo libre para ella, dedicada en cuerpo y alma a los tan deseados vástagos.

Conozco a un señor bastante anciano, más cerca de los noventa que de los ochenta. Vive en su casa con un chófer, mayordomo, cocinero y ayuda de cámara (siempre la misma persona, claro, que no están los tiempos para tener, como antes, todo un cuerpo de casa). Sus seis hijos y sus familias se turnan para visitarlo y hacerle compañía porque en tiempos de pandemia no convienen las reuniones multitudinarias. Con todos se lleva bien y ellos le quieren todos. Su salud, teniendo en cuenta su edad, es francamente buena. Pero… no rebosa felicidad. A menudo está un poquillo quejoso.

Pienso que ambos, la madre de mi amigo y el señor mayor, son muy felices. Tienen en la vida todo lo que querían, seguridad económica, familia cercana y amorosa, suficiente salud y algunos etcéteras. Pero no acaban de darse cuenta.

Yo creo que son Personas Felices Asintomáticas. Y como no reconocen los síntomas, apenas notan lo felices que son.

MUJERES ESPACIALES Y ESPECIALES

domingo, febrero 7th, 2021

Hoy he dedicado la mañana al arreglo de plantas. Que dentro de casa son sólo cinco. No sé si debido al frío de fuera o al calor de dentro, ha habido un suicidio vegetal colectivo después de navidades. Así que he pasado la mañana salvando (o no) los restos del naufragio. Debo reconocer que mis plantas son muy monas pero hablan poco. Y eso me deja sitio mental para pensar.

He pensado en las Mujeres Espaciales. Las llamo así porque ocupan un montón de espacio por todas partes. Salen en los papeles y en las redes sociales. Y en la tele, claro. Las Mujeres Espaciales suelen tener grandes pechugas (carísimas) y traseros increíbles (también carísimos) y ropa y casa a juego. Reconozco que, en general, no me interesan .

Lo que me llama la atención son las Mujeres Especiales. Señoras que despiertan admiración, ataques de amor variados y de distinta procedencia, mucha envidia también. Son brillantes en lo suyo, asombran siempre. Por ejemplo, un clásico o, mejor dicho, una clásica: la señora de Dalí, antes señora del poeta Paul Éluard. Gala no tenía curvas prominentes ni era guapita de cara. Ni siquiera simpática. Pero enamoró a Dalí y Éluard siguió enviándole cartas de amor tirando a enloquecidas incluso cuando ya estaba casado con Nusch, su segunda esposa.

Algunas se han criado ya en un ambiente exagerado. Quiero decir que les resultaría dificil ser Mujeres Corrientitas. Rebecca Miller, por ejemplo. Directora y guionista de cine y actriz. Esta estupenda señora no sólo es hija del dramaturgo Arthur Miller (sí, el de Marilyn Monroe) y la fotógrafa Inge Morath (ella misma una Mujer Especial fotógrafa admitida en la Agencia Magnum cuando la Magnum eran Robert Capa, dos más y el del tambor), no. Es que además está casada con el actor Daniel Day-Lewis, este señor tan atractivo que nos cautivó en «La Edad de la Inocencia» a pesar de tener el pobre tan mal cutis.
Todo ello me da mucho que pensar y en ello sigo. Admito sugerencias.

Tras la nieve

jueves, enero 28th, 2021

Lo de la nevada parece que se había marchado con los Reyes Magos por los arenales. Pero no. Quedan aún las ramas desgajadas y los árboles tronchados ocupando las aceras. Una aparca y al salir del coche, se topa con la selva tropical. Imposible llegar al portal sin machete ni guía nativo.
Me dicen en el poblado que el desguace de pinos, chopos, encinas y lo que caiga (nunca mejor dicho) depende de la comunidad de vecinos y la recogida de árboles y matojos varios, del ayuntamiento.

No sé que conjunción de astros se dio ayer pero frente a mi ventana más grande coincidieron todos. La calle parecía Siete Novias para Siete Hermanos pero sin novias: algunos llevaban hacha aunque la mayoría se apañaba con unas motosierras dignas de La Matanza de Texas. No bailaban (que yo viera) y desconozco si cantaban porque el ruido que hacían, talmente como 264 (más o menos) batidoras funcionando a plena potencia y a la vez, era ensordecedor en el más literal sentido: no se oía nada más.

Los más modernos iban subidos en esa especie de cajón cuadrado con brazo móvil que sirve para rescatar a las personas del sexto piso en caso de incendio. Y también para podar las copas de los árboles. Como no había incendio ni nada, arremetieron contra el pino de enfrente del salón. Conforme a nuestras costumbres más arraigadas, eran dos. Uno segaba las ramas superiores con, al parecer, poco esfuerzo y gran disfrute. Y el otro le indicaba desde tierra con muchas voces (inaudibles) y gran movimiento de manos (ambas) lo que tenia que hacer.

Se animaron, claro. El leñador real fue dedicándose a ramas laterales más bajas y el leñador virtual cada vez se agitaba más y señalaba con mayor alegría. Entonces aparecieron los camiones de recogida que tampoco hacían ruido ni nada. Me fui a la cocina que cae al otro lado de la casa, huyendo del estruendo. Y volví un cuarto de hora después a ver cómo iba la cosa.

No iba. La cosa no iba en absoluto porque ya no había pino de enfrente. Lo que quedaba de él, en rodajas, lo estaban subiendo a un camión. Ni a despedirme me dio tiempo.

Hoy tengo en el salón mucha más luz, mucha menos intimidad y, la verdad, una pena muy gorda.

NUNCA ES TARDE…

sábado, enero 23rd, 2021

Es lo penúltimo en la sección Sucesos y mi hija y yo discutimos ampliamente sobre este asunto. Ella opina que no tiene interés y sólo es más de lo mismo. Igual a otros momentos, con la misma falta de motivos, habitual ya. Y se malhumora notablemente.
A mí en cambio me parece llamativo. Pienso que hay que estar muy quemado para decidirse a estas alturas del curso. O, tal vez, era algo que pesaba hacía tantísimo tiempo que explotó de golpe y porrazo, ya sin lógica ni razón.
Mi hija disiente, no cree en la cólera repentina como atenuante. Ni como motivo siquiera. Para ella este suceso es ley de vida en esta vida absurda y distorsionada que llevamos. Se siente en casa, se aprende en la calle y en la tele, se ve en el trabajo y en el parque donde juegan nuestros niños. Y seguirá viéndose. O no, porque antes también estaba ahí y apenas sabíamos de ello.
El suceso, ya os habréis dado cuenta, es que un hombre de 85 años ha matado a su mujer de 83 a cuchilladas y luego ha intentado suicidarse. No lo ha conseguido porque se ve que las cuchilladas duelen y a mitad de camino perdió el interés. Eso sí, seguro que pensó nunca es tarde si la dicha es buena. Qué barbaridad.

BECHAMEL

viernes, enero 15th, 2021

Estoy observando el mundo detras de mi ventana. Desde que empezó todo lo extraño me voy pareciendo cada día más a Ms. Danvers, la fiel ama de llaves de Rebeca. Es porque paso mucho tiempo mirando desde este lado de las ventanas. Y sin hablar apenas.
Sobre todo levanto los ojos al cielo en espera de la plaga de langostas. Tengo la, tal vez ingenua, idea de que mi situación mejorará si el siguiente desastre no me pilla desprevenida como los anteriores.
Llevo ya un ratito mirando hacia arriba y decido cambiar de postura miradora y bajar la vista. Hacia mis vistosas jardineras color fucsia a juego con las flores de vinca pervinca y las petunias (dos) emperradas en sobrevivir.
Ay ay ay. Hoy por fin se ha retirado la nieve que las cubría y…. ay ay ay parecen una foto de la cocina de Argiñano.
Las flores han desaparecido que es lo que debían haber hecho hace un par de meses. Y las plantitas… ay mis plantitas. Han mutado en espinacas a la crema pero sin crema.. Tienen ese peculiar tono verde oscuro e intenso y están apretujadas y flacidas. Puede que sea un aviso del cielo. Así que me voy a preparar la bechamel.

LO INTENTO

miércoles, enero 13th, 2021

De nuevo. Es la vez como 21 o 35. Pero sigo intentándolo. No ha podido conmigo el año 2020 y esta semanita del 2021 y va a poder la informática

DELITO DE ODIO

miércoles, septiembre 30th, 2020

Despliego pestaña esta mañana y miro hacia la ventana del dormitorio con sus jardineras de petunias y vincapervincas y su hiedra trepadora…. Es un paisaje chiquitin pero muy alegre en tonos fucsia y blanco que me saluda cada día mientras dura el verano. Y la hiedra le añade frescura. ¿La hiedra? ¿Dónde está la hiedra? Me levanto y me lavo la cara para espabilarme porque me temo lo peor. Me pongo mi vestido de andar por casa que es más bien una túnica de odalisca y por eso me sienta tan bien. Porque a simple vista nadie puede dudar de la odalisquez de mis formas. Voluptuosas. Y a vista complicada, tampoco. Me engancho la mascarilla a las orejas y voy a ver qué ha pasado.
Para ello tengo que recorrer el caminito que pasa bajo mis ventanas. Algo agreste con sus pedruscos y sus hoyos sorpresivos. Procuro además no rodar por la pradera de césped que tambien hay. Esta urbanización tiene de todo, en tamaño XS, vale, pero de todo.
Llego a mis jardineras y …¡¡ lo que me temía!!. Ha pasado Jardinator. Con sus trastos de podar y sigilosamente. Como siempre. Jardinator odia la hiedra en cualquiera de sus formas. Venenosa o benigna, verde claro o de esas pequeñas con una rayita blanca.
No sé cuántas veces se lo he avisado por la ventana cuando le veo venir con su mirada de matarife: «¿Ve usted la hiedra esa de la esquina junto a las vincapervincas y las petunias???? Pues esa hiedra ni tocar» Le da igual. En cuanto me despisto, Jardinator arrasa la hiedra. Lo suyo es un absoluto delito de odio.

OS PONGO AL DÍA

jueves, septiembre 3rd, 2020

La pandemia le ha hecho cosas muy feas a mi ordenador. Tantas que me he visto obligada a concederle la jubilación y comprarme otro que, de momento no tiene ni ni nombre pero todo se andará.
Por si esto fuera poco, algún ser maligno ha intervenido en mi página y la ha convertido en una tienda online de ropa barata. Eso es lo que más me duele. Porque si al menos se tratara de una tienda de lujo o, al menos, clasicota… Pero no.
He tenido que cambiarme a lo más parecido posible: ahora soy
ESTUPENDALICIA.COM
Y además, en este desorden se me han quedado algunos post dando vueltas por el éter o por donde den vueltas las entradas de blog perdidas. Os las pongo aquí para aprovecharlas aunque hayan perdido inmediatez. Aqui no se tira nada. Y… ¡eso es todo amigos!